A todo lo que hacemos en la vida se le puede buscar una técnica “adecuada”. Ya sea una técnica de pintura, forma atlética, albañilería o limpieza de un fregadero atascado. La técnica se refiere a una forma eficiente de ejecutar una tarea, hecha de una manera específica, para lograr un resultado concreto. Para que una técnica funcione correctamente, debe estar presente un cierto conjunto de condiciones: si ocurre X, hago Y, y me lleva a Z. Cuando las condiciones cambian, la técnica cambia. Si bien la construcción de una base técnica es importante para la capacidad de desempeño, a la larga puede convertirse en una limitación.

El aprendizaje basado en la memorización de un sinfín de técnicas es como masticar una taza en lugar de beber el agua que hay en ella, como señaló Bruce Lee en su famoso discurso. Cuando la taza es importante porque proporciona un recipiente para el líquido, la taza no es en lo que uno debería  concentrar. El aprendizaje basado en comprensión de principios en lugar de técnicas fijas está mejor alineado con la forma en que nuestro sistema está construido para lograr nuevas habilidades. Por supuesto, para principiantes es importante aprender técnicas, porque así como una taza proporciona un recipiente para el agua, las técnicas proporcionan un recipiente para el conjunto de conocimientos que deben transmitirse a un estudiante. Sin embargo, cuando te encuentres sediento frente al manantial natural sin taza, debes poder encontrar otra forma de beber esta agua.

Para que el proceso de aprendizaje sea eficiente, la transmisión de principios y conceptos en lugar de técnicas fijas debe estar en el centro del mismo. Aquí es necesario hacer una distinción importante: las palabras principio y concepto a menudo se usan indistintamente, pero no son lo mismo. Los conceptos y principios determinan lo que vale la pena enseñar en un dominio determinado. Ver la diferencia entre los dos te ayudará a estructurar mejor el aprendizaje. El principio es una suposición fundamental, la verdad básica, mientras que el concepto es una comprensión retenida en la mente, a partir de la experiencia, el razonamiento y/o la imaginación; una generalización (forma genérica, básica), o abstracción (impresión mental), de un conjunto particular de instancias u ocurrencias (manifestaciones registradas específicas, aunque diferentes, del concepto). En otras palabras, los conceptos proporcionan etiquetas para las categorías, los principios proporcionan características.

Los principios son los que dan origen a las técnicas. Cada conjunto de acciones enmarcado como ejecución técnica de X se basa en una comprensión subyacente de cómo actuar de manera eficiente como respuesta a un conjunto dado de circunstancias. Tomemos, por ejemplo, la lucha libre. Un buen luchador posee múltiples conjuntos de técnicas que se pueden aplicar en diferentes situaciones en el tatami, pero ¿qué sucede si se encuentra en una situación en la que nunca se ha encontrado antes y nunca entrenó? Un luchador basado en memorizar las técnicas probablemente perderá la pelea, pero un mejor luchador inventará la técnica en el momento, utilizando la comprensión de su propio cuerpo y el del oponente. Si no tiene esta capacidad, ningún conocimiento de la técnica le ayudará en el tatami.

El aprendizaje basado en principios es lo que nos prepara para actuar en el caos, para estar listos y adaptarnos rápidamente a lo desconocido. Debemos aprender a comprender cómo se aplican los principios fundamentales a nuestros propios cuerpos, nuestra forma de pensar y cada situación que enfrentamos. Esto se convierte efectivamente en un estudio de nuestro propio ser en profundidad. En última instancia, la comprensión de los principios se manifiesta en una buena técnica cuando es la hora de aplicarla.

Nada es blanco o negro, y un proceso de aprendizaje es una forma viva que debe cambiarse y adaptarse constantemente. No todas las personas estar preparadas para enfrentarse con ciertos conocimientos, esto es algo para tener en cuenta. Para entender algo y hacer sentido de ello, hace falta desarrollar primero la capacidad de ver con claridad que es lo que tienes delante. El aprendizaje basado en conocer los principios junto con desarrollo de la capacidad técnica da como resultado la habilidad de solucionar problemas de forma eficiente en diferentes contextos. Construye la capacidad de crear en el momento e improvisar con los recursos disponibles. Pablo Picasso es famoso por su estilo de pintura muy específico y abstracto que puede parecer aleatorio a primera vista, pero las personas que estudian arte saben que tenía una excelente habilidad en el realismo y entendía muy bien cómo trabajar con la perspectiva, la forma y el color. La comprensión de estos principios fundamentales sobre los que se construye el arte de la pintura le permitió romper las reglas y crear su propio estilo excepcional que comunica algo único al artista pero que se mantiene dentro de la premisa de su forma de arte elegida. Es importante saber cómo y cuándo incluir técnicas específicas en el proceso de aprendizaje y cómo hacer que comuniquen los principios subyacentes más profundos y ayuden al alumno a definir los conceptos adecuados relacionados con ellas, pero también cómo y cuándo abandonar todas las técnicas y utilizar solamente los principios abstractos en su lugar. Una cosa es cierta: el aprendizaje basado en la memorización de técnicas en blanco no funciona a largo plazo. Es como aprender un idioma con solo un diccionario: conoces el vocabulario, pero no puedes entenderlo sin contexto. El aprendizaje basado en principios  desarrolla la capacidad de crear en el momento, respondiendo de manera impredecible, pero adecuada, a cualquier situación nueva. Efectivamente te convierte en un artista de tu propia vida.

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